La empresa surcoreana lanzó en Suiza una campaña fuera de serie para promocionar su Samsung Galaxy S5, y probar que es posible sumergir el teléfono y tomar fotografías bajo el agua. Para demostrarlo retó a varias personas a intentarlo de manera inesperada.
El reto consistió en invitar a los paseantes de las orillas del Lago de Zúrich a tomarse una selfie debajo de sus frías aguas. Quien se atreviera a lanzarse al agua para autorretratarse ganaría un Samsung S5.
Aunque el desafío parece fácil no todas las personas accedieron pues, pese a que los días de verano parecen soleados, la temperatura del agua es de 8 grados, además, las orillas del lago no son un lugar para vacacionistas, por lo que el reto pareció aún más atrevido.